Una madre o padre con una adecuada Competencia Protectora posee un conjunto de conocimientos, actitudes y prácticas de crianza que están dirigidas a cuidar y proteger adecuadamente a las Niñas, Niños y Adolescentes, resguardando sus necesidades de desarrollo humano, garantizando sus derechos y favoreciendo su integridad física, emocional y sexual.